miércoles, 3 de diciembre de 2008

Sam Dunn: antropología del Metal

Para Wil.
Gracias por facilitarme el material hermano, te debo unas frias...



El Heavy Metal es: sexo, plegarias a Satanás, mucho alcohol, vestimenta negra, greñas, amplificadores al tope, violencia y todos esos adjetivos que le enganchan los padres y los ajenos al género. Claro que lo es. Pero no exclusivamente se limita a ello. Detrás de este estilo de vida también hay personas con ideas (bastante coherentes y ordenadas, por cierto), gente que ha escogido la música como forma de expresión y el Metal como lengua natal.

¿Te has imaginado alguna vez lo que es ser un metalero en Irak ? ¿Que para conseguirte un disco de Metal en Corea en los ochentas tenías que esperar a que las multinacionales lo descartaran de su catálogo para poderlo adquirir como basura en algún puerto perdido? te has preguntado cual puede se la temática de una banda israelí? Bueno, a eso se dedica Sam Dunn.


Dunn es un antropólogo canadiense fanático del Metal que recorre el mundo (literalmente) tratando de encontrarle respuestas a preguntas tan viejas como Ozzy Osbourne. ¿Por qué esta música es tan censurada y mal vista en gran parte (si no es es que en todo) del planeta? ¿que hace diferente a un seguidor del Metal a alguien de cualquier otro estilo musical? Dunn te lleva de la mano (no, esta vez no literalmente) a través de dos documentales a conocer las posturas de personas muy importantes dentro del género.

El primero se titula Metal: A Headbanger's Journey es del año 2005 y está enfocado a la historia, la idiosincrasia y la evolución del género. Con un versátil repaso al árbol genealógico metalero, pasando por argumentaciones sobre cual fue la primer banda de Heavy Metal (imperdible la imagen de un "siempre humilde" Alice Cooper, mencionando que a él se le colgó por primera vez ese título) hasta llegar a la escena actual y el futuro del movimiento. Músicos, productores, críticos y fanáticos dan sus puntos de vista respecto a varios temas de la escena metalera. El segundo documental se llama Global Metal (2008) que se enfoca en mostrarnos como el Metal adopta caras diferentes a lo largo y ancho del planeta; que está presente incluso en lugares en los que no tenemos ni la más remota idea de que pudiese existir y que nos hace reconsiderar varias cosas (cuando tener el pelo largo sí puede ser un asunto de vida o muerte y no sólo que tu padres te digan vago, la perspectiva cambia).

El par de documentales está dirigido por Sam Dunn y Scot McFayden, y son tratados de una forma muy inteligente. Nos muestra ambos lados de la moneda de muchas situaciones y actitudes (La explicación del porqué de un atuendo tan saturado e incomodo como el de Rob Halford al estar en medio de un escenario y en contraparte Scott Ian (Anthrax) hablando sobre su decisión de subir a tocar en pantalones cortos; (no es tan banal como suena, creeme). Declaraciones que pudieran parecer tan contrastadas como la de Tom Araya (Slayer), hablando de su cristianismo en relación a su postura musical, Dee Snider (Twisted Sister) opinando del porqué usar ropa femenina y maquillaje como una declaración de virilidad, incluso un Lars Ulrich habla sobre su postura actual acerca de que descarguen su música por internet ( pues en países como Irán es la única manera de conseguir un disco de Metallica). La posición de las mujeres en un ambiente que fomenta la exclusividad del género masculino. El movimiento noruego anticristiano. Incluso temas que pasan tan desapercibidos como el manejo del público (todo buen frontman deberá tomar nota de los comentarios de Bruce Dickinson), el paralelismo de la música clásica y el Heavy Metal, la fusión de géneros y un largo etcétera. La lista de personajes involucrados es, en verdad, enorme y abarca, me atrevo a decir, todos los géneros importantes.

En definitiva un par de Must-See para cualquier fanático y muy interesantes documentales recomendados para todo tipo de personas. Un pequeño viaje que replantea muchas cosas que en ocasiones simplemente damos por sentados, y otras que simplemente permanecen inamovibles, porque son las cosas que vuelven especial a este género que está y estará presente por mucho, mucho tiempo más.





4 comentarios:

wilberth herrera dijo...

muchas gracias por la dedicatoria, master. Es un placer compartir lo que uno encuentra, y más cuando viene de una recomendación de un amigo.

Muy bueno el post, habría que encontrar el link para pasárselo a los que lo quieren bajar, aunque yo quiero subirlo al megavideo pero va a estar pesadón.

Eduardo Huchin dijo...

Creo que valdría la pena, en un arranque de generosidad, partirlo, subirlo al rapidshare y compartir los links.

Eduardo Huchin dijo...

Lo digo pa' los demás. Porque Wil ya me pasó el disco con el material. Je.

Eduardo Huchin dijo...

Yo de nuevo. Acabo de ver los dos documentales (fue una jornada épica de casi 5 horas, pues incluía un tercer documental más de metal que Wil me facilitó). Pues sí, he quedado fascinado. Esa declaración de Lars Ulrich de su opinión respecto al internet debería ser subida en todos los blogs de todos aquellos que siempre hemos defendido ese argumento.
POr otra parte, más que el metal, me parece que lo que late en "GLobal metal" es el ansia de libertad, en sociedades opresoras (toda sociedad, por el simple hecho de haber estado ya ahí cuando nacimos es opresora por definición). Las mismas virtudes y conexiones globales que encuentra Sam Dunn en el metal, son las que halla, por poner dos ejemplos, Héctor Villarreal en la música electrónica (a través de un libro estupendo: "Imaginarios musicales de la globalización") o Albeto Manguel y Michelle Petit en la lectura de libros (Manguel dedica todo un capítulo de "Una historia de la lectura" ha describir los usos libertarios de la lectura en los esclavos negros de América, y Petit en las zonas marginadas de Francia). Me parece que en estos casos, la música y la literatura, como portavoces de la libertad, encuentran esas hermandades en las regiones menos pensadas. He ahí su fascinación. (Que merecería un ensayo, aunque ya me extendí mucho acá).
Un saludo y felicidades por tu post (se me olvidó en los comments anteriores).